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lunes

SOS BANCO DE ALIMENTOS

AVISO URGENTE: EL BANCO DE ALIMENTOS BUSCA COMIDA

«Hemos estado dos semanas sin poder repartir leche porque no teníamos», explica el presidente Antonio López Barajas


Un Banco de Alimentos en busca de alimento. Esta paradoja es ya una realidad en Granada, donde cada vez son más las entidades sin ánimo de lucro que acuden cada semana a Mercagranada en busca de fruta, verdura o lácteos y cada vez son menos los palés que se acumulan en su nave. El nuevo año no ha comenzado bien para el Banco de Alimentos de Granada. La comida no falta, pero escasea. Su presidente, Antonio López-Barajas, define la situación como «preocupante, pero no alarmante, todavía». «Tenemos demanda y capacidad para repartir bastante más kilos de comida de lo que tenemos, pero hasta ahora nadie se ha ido de aquí sin alimentos», asegura.
En 2011 el Banco de Alimentos de Granada repartió 4.400.000 kilos de comida, un millón más que el año anterior. De esta cifra, dos millones de kilos de alimentos llegaron de la Unión Europea a través del Fondo de Garantía Agraria. Los 2.400.000 kilos restantes se recibieron, en su mayoría, de empresas y cooperativas agrícolas de la provincia granadina.
Con estos datos sobre la mesa, López-Barajas calcula que la actividad de la fundación ha crecido un 20% en el último año. Esta cifra, que para cualquier empresa sería sinónimo de ganancias, esconde una triste realidad en el caso del Banco de Alimentos: el número de necesitados aumenta. Si en 2009, eran 206 las entidades sin ánimo de lucro beneficiadas de sus servicios, a día de hoy son ya 221 organizaciones, que atienden a su vez a cerca de 20.000 personas. «Lo que sería deseable es que no hubiera demanda de alimentos, pero desgraciadamente no es así», comenta Antonio. Y mientras estos números sigan creciendo, también lo tendrá que hacer la comida recolectada por el Banco de Alimentos de Granada. Pero de momento, las cosas no pintan demasiado bien.
Antonio lleva desde 2011 como voluntario y año y medio como presidente del Banco de Alimentos de Granada. Reconoce que los meses de enero y febrero son históricamente «los más duros» porque la producción de invernaderos y plantaciones agrícolas -principales suministradores de alimentos- baja. Aún así, este año se avecina más complicado de lo habitual. «Hemos estado dos semanas sin poder repartir leche porque no teníamos», explica el presidente. Pero esto es solo un ejemplo.

 

Salas vacías


Miércoles por la mañana. A la entrada de la nave situada en Mercagranada hay una veintena de cajas de tomates, otras dos grandes cajas con coles y patatas, y otras tantas de manzanas y peras. Apenas ocupan el 20% de la superficie. La cámara de frío, donde se guardan los lácteos y demás productos perecederos, está al 30% de su capacidad aproximadamente. El lugar destinado al almacenamiento de los productos no perecederos como legumbres o pasta está a la mitad. La sala de congelados está vacía.
«Alimentos sí que tenemos, pero andamos escasos. No nos vendría mal tener un poco más para poder repartir a más personas que lo necesitan. No tenemos seguridad de qué alimentos van a entrar, aunque lo que normalmente siempre hay es fruta. La variedad tampoco es la de antes, pero es lo que hay», indica resignado Antonio.
La base de cualquier Banco de Alimentos son los excedentes de producción. Con la crisis, se vende menos; si se vende menos, se produce menos y si se produce menos, también hay menos excedentes. Se trata de un círculo vicioso que repercute directamente en la cantidad de mercancía que llega al Banco de Alimentos de Granada. Para mantener su ritmo de actividad, no tienen reparo en tocar las puertas de cooperativas agrícolas de otras provincias y desplazarse a donde haga falta para recoger unas cajas de comida.
De momento parece que los destinatarios directos de estos alimentos no han notado cambios sustanciales en sus cestas, aunque aún es pronto para hacer valoraciones ya que son muchos los que todavía no han comenzado con los repartos del nuevo año.
Desde Cruz Roja aseguran que no les ha llegado menos cantidad de comida, es más, «cada año ha ido a más». Ahora están a la espera de comenzar un nuevo reparto pero, según explican, no tienen noticias de que vayan a disponer de menos kilos que el pasado año. Quien tampoco ha notado incidencia alguna es la parroquia San Juan de Letrán de la capital granadina. «Recibimos alimentos cuatro veces al año. Ahora estamos a la espera de que nos llamen para ir a recoger, pero siempre nos han repartido comida y de momento todo entra dentro de la normalidad», explican los responsables.
Actualmente, 115 voluntarios colaboran en las diferentes tareas del Banco de Alimentos granadino, pero de poco sirve su trabajo si no hay suficiente materia prima. Por eso, lanzan un llamamiento a la sociedad granadina para que aporte su granito de arena o, mejor dicho, su kilo de comida a su causa.

Vía ideal.es

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